VISIÓN:
MISIÓN
Lograr un reconocimiento nacional como Recinto Chi, especializado en la aplicación de armonización energetica, generando confianza, calidad y respeto con cada persona que tome la sesión.
Brindar a cada persona que tome la sesión empatía, calidez y servicio para que a través de cada armonización energética pueda llegar a un proceso de transformación y aprendizaje, para el logro de un equilibrio en los planos físco, metal, emocional y espiritual.
SANAR
Sanar: en la cultura moderna solo significa restablecer el equilibrio en el cuerpo físico, es decir, la salud física.
Sanar: sanar para Recinto Chi significa reestablecer el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual. Referente a formar un todo o armonizar con uno mismo, la comunidad, con el planeta, con el universo y ciertamente con las circunstancias privadas y de nuestros ancestros o linaje. Esto puede ir, o no acompañado de una curación física.
El verdadero propósito de la sanación es crecer espiritualmente, mejorando día a día como persona, siendo más hospitalarios con todas las entidades vivientes, ser más conscientes y vivir en armonía. Para Recinto Chi la sanación es una forma de ver la vida y de aprender día a día.
La armonización energética trabaja con el estancamiento de energías, pensamientos, situaciones, etcétera, ya que estos se somatizan y se convierten en enfermedades, situaciones en nuestra vida, en como percibimos a los demás, a nosotros mismos o no alcanzar nuestros objetivos; con la terapia holística se trabaja con la raíz de lo que se materializa en nuestras vidas; se va armonizando desde la energía más sutil que está en nuestro cuerpo hasta la energía más densa.
La armonización energética nos abre el camino para darnos cuenta que somos mucho más que este cuerpo, que existe una energía muy poderosa y muy fuerte, que está a nuestro alcance y es nuestra libre elección el conectarnos con ella, con nosotros mismos y con el universo.